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Cuba Latino

Vocación de luz, de cara al sol

Vocación de luz, de cara al sol El 17 de diciembre acaba de inscribirse como un día significativo para Cuba y por antonomasia para la humanidad. Una fecha que conmemora la desaparición física de Simón Bolívar, y representa un renacer del Libertador; un día venerado por la religiosidad popular cubana donde se cumplen promesas a San Lázaro, El Viejo o Babalú Ayé, de acuerdo con el credo de cada cubano. Por si pareciera poco, el Cumpleaños del primer pontífice latinoamericano, Su Santidad el Papa Francisco. Pero nadie esperaba que un día así marcase el fin de la prisión de tres jóvenes inocentes que sufrieron condenas tan injustas como prolongadas a causa de ponerse del lado del amor. Gerardo, Ramón y Antonio pertenecen a la estirpe de jóvenes revolucionarios por cuyas venas corre la misma sangre patriótica de nuestros mambises y de la Generación del Centenario.

El miércoles 17 de diciembre de 2014 vi entre mi familia y entre compañeros y amistades sonrisas de alegría, muestras de emoción; vi lo mismo en hombres y mujeres correr por sus mejillas lágrimas incontenibles porque finalmente tres jóvenes dignos se abrazaban con sus familiares más cercanos y con su familia cubana en un gesto de profundo cariño y reconocimiento por el deber cumplido. Escribo – y no albergo la menor duda – convencido de que las palabras nunca serán suficientes para describir tantas emociones.
Junto al regreso de nuestros valerosos y queridos hermanos, también recibimos la información en voz de nuestro Presidente el General de Ejército Raúl Castro, de la normalización de relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos, así como el levantamiento inicial de sanciones y el evidente y próximo fin del bloqueo impuesto injustamente a nuestro país por anteriores administraciones del gobierno estadounidense, apuntaladas más tarde por una minoría mezquina, aunque económicamente poderosa del exilio de Miami, cuya divisa ha sido el odio y el deseo de rendir a sus hermanos en esta isla heroica por el hambre y las carencias materiales.

El actual Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, dio muestras de una estatura y valentía políticas admirables. Tuvo la hidalguía de encarar la verdad y dar el paso justo y necesario para poner en marcha la normalización de relaciones entre dos países cercanos – con diferencias, cierto, nadie es igual a otro – capaces a partir de cada peculiaridad de aportarse uno al otro y de juntos, con fuerza y buena voluntad, aportar al mejoramiento de sus respectivos pueblos y de toda la humanidad.

Dejo a los historiadores, quienes de aquí a varias décadas, a la distancia, como se hacen los mejores balances, valorar el alcance de este acontecimiento sin la menor duda – dicho desde hoy – positivo, realista y edificante. Las nuevas generaciones, sobre todo nuestros nietos, deberán conocer en su momento esto que hoy es noticia y mañana será historia, y entender así el porqué de las luchas del pueblo cubano por su soberanía y por el respeto a su autodeterminación.

Hemos recorrido un camino glorioso del que sentimos sano orgullo; un camino muchas veces – la mayoría de ellas – regado con semillas de dificultades, muchas vencidas; un tan glorioso como no menos largo trayecto con necesidades materiales y angustias cotidianas debidas unas al bloqueo y otras a la desidia y el oportunismo de sectores que de modo mezquino han querido nutrirse de la generosidad de una Revolución grande y noble como es la nuestra. Únicamente la inteligencia y sabiduría de la más alta dirección de nuestra Revolución, encabezada por Fidel y Raúl, han podido sortear abismos, limar asperezas, mostrar el camino y la grandeza de este hermoso proyecto, y la utilidad de la virtud. Ellos son los artífices de la Cuba que empezó a vivir en plenitud soberana a partir del Primero de Enero de 1959, y lo son del futuro, sobrepasando la temporalidad humana. Que Cuba sea hoy una nación independiente se le debe al heroísmo de un pueblo que ha confiado en sus líderes máximos. La Patria del mañana, perfeccionada con un Socialismo próspero y sostenible, es también obra de la inteligencia y sabiduría de Fidel y Raúl.

Respecto a las relaciones entre Cuba y Estados Unidos quedan varios temas pendientes a discutir, como lo expresara nuestro Presidente al mediodía del 17 de diciembre de 2014. El camino hoy es más viable, pero no por ello menos difícil. Ya con nuestros hermanos de regreso y liberados de la tirantez y hostilidad del gran vecino, llega la hora de mirar mejor hacia adentro, de mirarnos a nosotros mismos y dar solución definitiva a los lastres y desaciertos en el terreno económico; a la corrupción de una minoría de burócratas – y quienes no lo son – que pretenden enriquecerse en el lodazal de la ilegalidad. Llega el momento de con pensamiento profundo, sin improvisaciones, y al mismo tiempo valiente, profundizar en el perfeccionamiento socialista para contar con una base material autóctona e inagotable que dé solución a todas nuestras necesidades actuales y que al mismo tiempo mantenga y enriquezca el crecimiento espiritual de un pueblo que, por fuerza de agresiones y con ánimo viril, ha llevado con decoro la estrella de la dignidad, esa que al decir de Martí en su poema “Yugo y Estrella” ilumina y mata; por la que este pueblo ha ofrendado su vida en múltiples ocasiones por el bien patrio y el bien en otros confines de nuestro ancho mundo, incluso en el terreno de la salud, como es hoy la lucha contra el Ébola. Ha sido el precio pagado por ser libres y soberanos.

El cese del bloqueo no será una varita mágica que en un dos por tres ponga fin a los problemas que solamente nosotros con empeño debemos solucionar. Hoy más que nunca se precisa de laboriosidad, espíritu creador y constructivo en el quehacer cotidiano, en nuestras relaciones interpersonales, grupales y sociales, y un alerta permanente contra tendencias y oportunismos que nunca faltarán. Todo ello en firme cohesión junto a Fidel, Raúl y nuestro proyecto revolucionario de indiscutible proyección humanista.

Es hora de celebrar y también de aceptar el reto de emprender más trabajo creador, como fuente de un pensamiento profundo y sabio. Nuestra vocación es la luz, y la asumimos de cara al sol.

1 comentario

Bibe Vázquez Robles -

Alfonsito, esto no tiene marcha atrás. Preparémonos para un futuro lleno de oportunidades sin límites.
Dios está alumbrando nuestro camino.