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Cuba Latino

A 35 años de un crimen más que ignominioso

A 35 años de un crimen más que ignominioso

La humanidad sensata y justa – afortunadamente mayoritaria – no cesa en condenar todo acto de barbarie. Parece contradictorio que en un mundo con tantos avances científico-técnicos y desarrollo de las artes, prevalezca paralelamente otro de barbarie encabezado, increíblemente, por los gobiernos de los países más poderosos del planeta.
Una lista incontable de intromisión en los asuntos internos de cualquier país, el control de las decisiones obligatorias de la ONU en manos de unos pocos y, al mismo tiempo, caso omiso a la voluntad de la mayor parte de la humanidad.
Si no fuera por lo real y sangriento, parecería que estamos presenciando las viejas películas del oeste, aquellas desiguales peleas entre “buenos” y “malos”. Los sangrientos y desiguales combates entre indios y carapálidas, traspolados hoy en nuevos escenarios como el mundo árabe. Una enorme, poderosa y bien articulada maquinaria para la desinformación, en que “matar” al enemigo se les hace motivo de fiesta, capaz de manipular parte de la opinión pública mundial. Guerras verdaderas televisadas como meras películas para el solaz, ignorando – o haciendo ignorar – que tras la metralla quedan miles de víctimas inocentes, muchos de ellos ancianos, mujeres y niños. Ejecuciones anunciadas con mucha antelación, aplicadas con métodos inteligentemente diseñados, en que la ciencia y la técnica se ponen al servicio del sufrimiento y la muerte, y cuyo mismo acto deviene espectáculo a “disfrutar”  más que como hecho de justicia, orgía de venganza legitimada por las leyes. Duele pensar en eso y, al mismo tiempo, caer en la cuenta de que se convive con semejante realidad como algo cotidiano.
En ese mundo vivimos hace mucho tiempo, y producto de esa misma realidad hace 35 años se consumó un hecho entre los más bestiales de la historia humana, razón para que Cuba haya proclamado cada 6 de octubre como “Día de las Víctimas del Terrorismo de Estado”. Hace 35 años, exactamente, en una acción más que criminal, casi imposible de calificar por su ignominia y alevosía, se dieron la mano el asesinato y la impunidad.
Delito probado el Crimen de Barbados en 1976, sus autores andan sueltos al amparo de la potencia mundial más grande de todos los tiempos, y por siglos autoproclamada defensora de la libertad y la justicia.
Lo sucedido en Barbados compromete mucho a sus autores, mentores y padrinos. Hacer justicia pondría a muchos – aún vivos – en el vecino del Norte en situación más que difícil. Los pactos comprometedores por incursiones contra la soberanía de otros países, impiden a las máximas autoridades, algunas ya desligadas de tal crimen, tomar una decisión en nombre de la justicia. Existen fuerzas ocultas capaces de cegar la vida de quien en un acto de valor se atreva a poner las cosas en su lugar. Esas mismas fuerzas ocultas comprometidas en la voladura del avión cubano de pasajeros, también están detrás de los atentados en La Habana en 1997 que segaron la vida de un joven turista italiano; como antes estuvieron detrás de operaciones encubiertas en otros países para derrocar gobiernos legítimos, perpetrar magnicidios y mantener en prisión injusta a cinco hombres que han luchado contra el terrorismo.
Esa es la realidad que se vive hoy y desde hace décadas. Es la que apagó los sueños de más de 70 seres humanos, en su mayoría jóvenes, y llenó de luto a sus hogares con un llanto perpetuo en la Patria que clama una justicia que no llega.
Cada 6 de octubre es en Cuba el "Día de las Víctimas del Terrorismo de Estado" en homenaje a las víctimas del criminal sabotaje al avión de Cubana de Aviación en Barbados y todos los demás actos perpetrados por la CIA y sus agentes desde territorio norteamericano, y de solidaridad a favor de la lucha por la liberación de los Cinco Antiterroristas Cubanos presos en cárceles de Estados Unidos. Cuba y las fuerzas sanas de todo el planeta continúan exigiendo justicia, muy demorada ya, pero que como el sol un día finalmente brillará.

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