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Raúl en la Cumbre: La dignidad se hizo verbo

Raúl en la Cumbre: La dignidad se hizo verbo El discurso del presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de la República de Cuba, Raúl Castro Ruz, en la VII Cumbre de las Américas en Panamá, el pasado 11 de abril de 2015, acapara titulares en la prensa mundial. Constituyó, asimismo, la principal pieza oratoria de la reunión de Jefes de Estado de América y el Caribe.

Si le buscásemos un calificativo, podríamos calificarlo de contundente y profundo; uniendo esos atributos he preferido referirme a las palabras de nuestro General Presidente definiéndolas como la dignidad hecha verbo.

En cuarenta y dos minutos nuestro Presidente ofreció una panorámica de las irrebatibles verdades en las que se sustenta la Revolución Cubana, su lucha por la soberanía nacional, las razones de su proyecto social y el decisivo apoyo de todo el pueblo a estas grandes causas.

De breve y profunda lección de historia se pueden definir los argumentos y exhaustivos hechos que desde el siglo XIX han marcado nuestro quehacer; la humillante y onerosa Enmienda Platt, los intentos de Estados Unidos por apoderarse de Cuba y las difíciles de cuantificar agresiones, intervenciones directas, acciones terroristas padecidas, daños económicos, pérdidas humanas y perjuicios a personas muchos de ellos lamentablemente irreversibles.

Cuba toda habló en voz de Raúl, y lo hizo con la dignidad, el decoro y la vergüenza que nos asisten por nuestro legítimo derecho a defender nuestra independencia nacional y a recorrer el camino político, económico y social cuya elección compete únicamente a nosotros los cubanos, y no a potencias extranjeras ni a sus serviles sietemesinos asalariados.

Explicó detalladamente cómo desde 1959 ya se fraguaban planes para frustrar la Revolución recién triunfante, y cómo arreciaron las agresiones con el transcurso del tiempo. Se refirió también a la rectificación de política intentada por el entonces Presidente de Estados Unidos John F. Kennedy para un acercamiento con Cuba, justo en los días del magnicidio en Dallas.

Con argumentos contundentes condenó la inclusión de Cuba – durante la administración Reagan – en la lista de países terroristas, y en sus propias palabras Raúl expresó: "...porque cuando esto se nos impuso resulta que los terroristas éramos los que poníamos los muertos (...) Los terroristas eran los que ponían los muertos. ¿De dónde venía el terror entonces? ¿Quiénes lo provocaban?".

Al referirse al injusto bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a nuestro pueblo, destacó: "Una cuestión es establecer relaciones diplomáticas y otra cuestión es el bloqueo. Por eso les pido a todos, y la vida nos obliga además, a seguir apoyando esa lucha contra el bloqueo".

Con valentía mambisa y revolucionaria se dirigió al actual mandatario estadounidense y expresó: "Realmente pido disculpas, incluso, al Presidente Obama y a otros presentes en esta actividad por expresarme así. Yo a él mismo le dije que a mí la pasión se me sale por los poros cuando de la Revolución se trata. Le pido disculpas porque el presidente Obama no tiene ninguna responsabilidad con nada de esto. ¿Cuántos presidentes hemos tenido? Diez antes que él, todos tienen deuda con nosotros, menos el Presidente Obama".

Al referirse a la embestida orquestada contra la hermana República Bolivariana de Venezuela, nuestro Presidente proclamó firmemente: "Debo reafirmar todo nuestro apoyo, de manera resuelta y leal, a la hermana República Bolivariana de Venezuela, al gobierno legítimo y a la unión cívico-militar que encabeza el Presidente Nicolás Maduro, al pueblo bolivariano y chavista que lucha por seguir su propio camino y enfrenta intentos de desestabilización y sanciones unilaterales que reclamamos sean levantadas, que la Orden Ejecutiva sea derogada, aunque es difícil por la ley, lo que sería apreciado por nuestra Comunidad como una contribución al diálogo y al entendimiento hemisférico". Nuestra solidaridad irrenunciable con el gobierno y pueblo bolivarianos, al igual que con todos los países hermanos de América Latina y el Caribe.

La Cuba de Fidel, de Raúl, de todo su pueblo revolucionario brilló nuevamente como faro de dignidad, al tiempo que como puente seguro y meridiano para una nueva era de respeto mutuo, colaboración y amistad entre Cuba y Estados Unidos sin dejar de ser esencialmente soberanos y latinoamericanistas.

Al iniciar su intervención Raúl expresó con la firmeza de nuestros ideales: "Ya era hora de que yo hablara aquí a nombre de Cuba". Allí pudo percibirse la inmaterial presencia de Martí proclamando nuestro sagrado derecho desde el hondón americano.

Las claras y valientes palabras de Raúl en la VII Cumbre de las Américas son para latinoamericanos, cubanos y para el mundo entero de necesaria lectura y estudio. Nos encontramos en la alborada de una nueva relación con Estados Unidos, aunque siempre existirán diferencias sustanciales en muchos aspectos; diferencias que no deben impedir un entendimiento respetuoso.

La mano amiga de Cuba se extiende sincera; nos convocan el presente y el futuro a esta relación constructiva, y a profundizar sabiamente en nuestras razones y nuestra historia.

Vilma de Cuba

Vilma de Cuba El 7 de abril de 1930 en la hospitalaria, indómita y siempre heroica ciudad de Santiago de Cuba nació Vilma Espín Guillois. Haber nacido en el seno de una familia acomodada nunca fue obstáculo para que aquella joven excepcional y de pensar profundo se pusiera del lado de los más humildes de su pueblo, y enfrentara a riesgo de su propia vida las injusticias de toda índole que laceraban a la sociedad cubana de entonces.
Quienes la conocieron desde su temprana juventud, la definen con madera de líder y generadora de iniciativas que desde sus años universitarios, donde se graduó de Ingeniería Química, evidenció su más serio compromiso con los ideales emancipadores de la Revolución. En su integralidad personal unió a su conocimiento profesional el amor al deporte, las dotes de soprano y afición por el ballet, cuando a la edad de 14 años debutó como bailarina en el Teatro Oriente. Pero lo que más destacó en Vilma fue su decisivo compromiso social y político con la época que le tocó vivir. En sus propias palabras, expresó: “Me tocó nacer en aquellos días, nuestra generación creció oyendo las historias de las luchas obreras y campesinas de aquella etapa y las posteriores. Viendo con honda vergüenza a los viejos mambises con sus medallas gloriosas sobre la ropa raída, y mujeres, niños y ancianos pidiendo limosnas en las calles”. Por eso Vilma fue parte de una generación decididamente patriótica, antimperialista y progresista; ideales que la inspiraron para sumarse a la lucha contra la tiranía batistiana desde los primeros momentos.
El asalto al Moncada la sorprendió en su casa, aún no sabía quiénes eran aquellos aguerridos combatientes, y cuenta que se levantó de su cama con tanta alegría, que su padre llegó a pensar que ella estaba involucrada con la acción.
Poco después se incorpora a la lucha clandestina del Movimiento 26 de Julio en Santiago de Cuba; fue el brazo derecho de Frank País, la persona de su máxima confianza, y no hubo tarea que se le encomendara que no cumpliera con disciplina y consagración. En más de una oportunidad burló la vigilancia de la soldadesca batistiana, prestó auxilio a combatientes heridos y buscó alojamiento seguro para otros que eran perseguidos. Cuando el desmedido acoso policial le impidió continuar en la lucha urbana, se unió al Ejército Rebelde; subió a la Sierra Maestra, y allí fue una aguerrida soldado de la patria.
Al triunfo de la Revolución el quehacer revolucionario de Vilma alcanzó nuevas dimensiones. Desde su condición de miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidenta de la Federación de Mujeres Cubanas emprendió la lucha por la emancipación de la mujer, por el derecho de cada cubana a ser tratada con igualdad ante los hombres y a gozar de las mismas oportunidades sociales. Desde allí fue también abanderada de los derechos de la niñez y con el carisma que la definió siempre defendió las transformaciones revolucionarias con ánimo firme, espíritu inteligente y honda ternura.
Vilma, la abnegada luchadora de la clandestinidad; amiga invariable de Fidel y compañera en la vida de Raúl es una muestra elocuente de lealtad a una causa por la que se consagró plenamente. Vilma de Cuba es para siempre; es el más genuino ejemplo de cuánto puede la mujer hacer por el bien patrio, y de la grandeza que la presencia femenina confiere a las ideas redentoras. Su inconfundible sonrisa, caracterizada por la ternura y firmeza de carácter, nos acompaña siempre como un preciado tesoro.

Baraguá: Cuando se rompió el corojo

Baraguá: Cuando se rompió el corojo Fue el quince de marzo, hace ya 137 años. El General Antonio se enfrentó al adversario español Arsenio Martínez Campos, para manifestar su inconformidad con el Pacto del Zanjón. El egregio cubano levantó la voz y en ella iba la magna razón de toda una naciente nación resuelta a rechazar cualquier tipo de mediatización o yugo por sutil que fuera. Aquel gesto del Titán de Bronce manifestado en los Mangos de Baraguá en 1878 nos acompaña desde entonces en cada una de nuestras campañas militares y civiles. Con él se puso de manifiesto hasta hoy la intransigencia revolucionaria; carácter y principios que marcan nuestra identidad.

Ha transcurrido más de un siglo, y desde entonces a la fecha las circunstancias nos han empujado a disímiles realidades que han puesto en juego nuestro destino como país; y en cada una de ellas nos acompaña la hidalguía de un Maceo renuente a claudicar. En aquel momento correspondió a él llevar en sí el decoro de muchos hombres, parafraseando el pensamiento del Apóstol. Hubo de enfrentarse el hijo menor de Mariana Grajales a las conductas acomodaticias, sietemesinas y ambivalentes de hombres que – por mediocridad, inmadurez o insensato cansancio – preferían abandonar las armas en pro de la independencia, para pacer como ovejas en el redil humillante del amo hispano.

Cuba se resumió en Maceo aquel día histórico y luego se multiplicó para siempre en cada cubana y cubano que ama la libertad, la soberanía y la independencia de su Patria. Tras la entrevista con Martínez Campos, las huestes mambisas anunciaron que otra vez se rompería el corojo, lo que equivale a decir que nuevamente se reiniciarían las hostilidades, la guerra por la emancipación. Aquel corojo sigue roto, ahí en cada momento que se precisa de él para advertir que somos indomables; que no aceptamos la domesticación ni la tutela acomodaticia de ninguna otra nación por poderosa que sea.

El corojo siguió rompiéndose en la Revolución del 30; en el Moncada; el Granma; la Sierra Maestra; la lucha clandestina. También se rompió en Playa Girón y sigue rompiéndose en las actuales circunstancias como garante de que nuestra soberanía no es objeto de negociación, y que toda relación de amistad – deseada por nuestro país como un principio – está y estará condicionada siempre al respeto a nuestra autodeterminación.

La realidad interna de Cuba es un asunto que corresponde únicamente a los cubanos. Así pensamos y vivimos desde Yara hasta Baraguá; desde el Moncada a Girón, y hasta hoy. El presente y el futuro de Cuba jamás serán negociables; constituyen patrimonio soberano de nuestro pueblo que como herencia irrenunciable conserva la dignidad del corojo.

Portal de la Radio Cubana: 9 años de perseverar en la red

Portal de la Radio Cubana: 9 años de perseverar en la red Recuerdo aquellos cálidos días del 12 al 18 de marzo del año 2006 cuando celebramos el Festival Nacional de la Radio Cubana en la antigua provincia de La Habana. Fue la primera vez en que nuestro Festival contó con un evento teórico.

Como si hubiese acontecido ayer mismo, permanecen en mi memoria el entusiasmo de la compañera Yuzaima Cardona, entonces Directora de Información de la Radio Cubana, del entrañable y ya desaparecido físicamente Pedro Manuel Pérez Roque, de Maria Salomé, Manolitoweb, Armando. Un pequeño grupo que a fuerza de sueños, voluntad y entrega personal derramaron toda su profesionalidad en el proyecto de un espacio en Internet para ponderar la presencia de la Radio Cubana, y de sus creadores.

En medio de aquellas jornadas intensas, el 14 de marzo, como homenaje al Día de la Prensa Cubana, nació para nuestro país y para el mundo entero nuestro amado Portal de la Radio Cubana www.radiocubana.cu

Es fácil escribir estas líneas cuando en la memoria permanecen frescos aquellos momentos inolvidables. No fue, en cambio, sencillo, poner en marcha un proyecto que desde el primer momento tuvo ante sí el reto de informar y orientar sistemáticamente acerca del quehacer nacional e internacional, así como de la vida interna, personalidades y experiencias teórico-prácticas de todo un sistema de radio, sin excluir una sola emisora del país.

Experimento orgullo y satisfacción al sentirme parte de este hermoso proyecto, ser uno de sus iniciadores y seguir integrado al mismo. Son numerosos los nombres que pudiera mencionar; hablé del inolvidable compañero Pedro Pérez Roque, con sus valiosas reflexiones teóricas – basadas en su experiencia – sobre el hacer radial.

Un lugar privilegiado los numerosos artículos y entrevistas de Josefa Bracero Torres, nuestra querida compañera Fefa, quien dio y da a conocer tantas figuras que marcaron pauta, y tantas anécdotas ricas en amenidad e historia. Hay muchos más: presentes y no; igualmente hay compañeras y compañeros que a lo largo de estos nueve años han empezado a formar parte de esta gran familia cibernética y eminentemente radialista.

Hecho significativo es que en estos años de andar trabajando unidos, la presencia femenina ha resultado predominante; y qué bueno que haya sido así. Las compañeras de antes y las de ahora hacen sentir su necesaria presencia como parte de este gran proyecto.

Cumplir nueve años este 14 de marzo, cuando celebramos el Día de la Prensa Cubana, es al tiempo que una victoria un reto para mayores avances en la calidad de nuestro quehacer.

El noveno aniversario es el preámbulo de la primera década cuya celebración tendremos dentro de doce meses. Razón y motivo para festejar, también para reflexionar. Estamos convencidos de que aún queda mucho por andar, por ello preferimos el sano placer de la inconformidad.

Tenemos en el horizonte mediato y a largo plazo el reto de la sostenibilidad de lo alcanzado hasta hoy, al tiempo que debemos proponernos nuevas metas cada vez más altas, como lograr una mayor interactividad con los cibernautas, aprovechar en la medida de lo posible los recursos del periodismo hipermedia y ampliar la variedad y profundidad de nuestros contenidos.

Desde mi humilde punto de vista, se precisa que nuestro Portal de la Radio Cubana dé a conocer con mayor amplitud y diversidad las vidas y anécdotas de la gente que desde las emisoras municipales, provinciales y nacionales hacen posible la diaria sintonía de nuestras audiencias, pero ello con el espíritu de su colectivo no se logra si no se suma la radio toda.

Otro aspecto que considero necesario reforzar es la información teórica relacionada con todos los ámbitos de la realización, siempre a partir de la experiencia acumulada por el ejercicio práctico.

Es una tarea ardua, evidentemente. Requiere de un mayor esfuerzo por parte de los colaboradores, y asimismo de mayores posibilidades de movilidad para acercarse hasta al más intrincado rincón del país donde se haga radio.

No existe tarea hermosa que no entrañe ingentes esfuerzos, como éste devenido resultado feliz que celebramos y mantenemos con dedicación, todos unidos, desde hace nueve años.

Actualmente rige las riendas creativas de este espacio en la red de redes el compañero Onelio Castillo Corderí, actual Director de Información y Propaganda de la Radio Cubana.

Hoy nuestro Portal cuenta con un colectivo entusiasta al que se sumaron Carmen, Amaray, Daysi, Lorena, Ana Laura, Oneidys, Lázaro y Ana Maria; junto a Ineily y Alfredo, abrazando la gestión de contenidos relacionados con la propaganda, y los fieles colaboradores Silvio J Blanco, Jose Luis Vidal del Amo, Iris Armas, Fidel Rendón, Arailaysi Rosabal, Gilda Gil Delgado, Roberto Rodríguez Menéndez y la Doctora en Ciencias de la Comunicación Ana Teresa Badía.

Todos ellos son garantía para la continuidad de esta obra, y de nuevas iniciativas que lo harán cada día mejor.

Aquí está nuestro Portal de la Radio Cubana en Internet, www.radiocubana.cu diciendo una vez más que SÍ SE PUEDE defender desde la Radio la imagen de Cuba, y como el primer día, cada nuevo sueño convertirlo en realidad.

José Antonio, Radio Reloj y la antesala de una nueva Radio

José Antonio, Radio Reloj y la antesala de una nueva Radio En la tarde del 13 de marzo de 1957 se escribió un nuevo capítulo para la historia cubana. Aguerridos jóvenes del Directorio Estudiantil Revolucionario protagonizaron el asalto al Palacio Presidencial para ajusticiar el tirano Batista. Fue la expresión urbana de la lucha que desde el Moncada iniciaron Fidel, Raúl y sus compañeros, en aquel momento desarrollando la lucha guerrillera en la Sierra Maestra luego del desembarco del Granma.
El mismo 13 de marzo, José Antonio Echeverría, Presidente de la Federación Estudiantil Universitaria, irrumpía revolucionariamente en Radio Reloj para anunciar a Cuba lo que estaba aconteciendo. Cuanto se hizo culminó en un baño de sangre, ensañamiento de la soldadesca contra la juventud universitaria por el atrevimiento de desafiar al dictador en su propia guarida. Fueron horas de sangre y dolor para aquellos jóvenes aguerridos, entregados a la causa de la Patria.
A la distancia de 58 años, ya en una Cuba liberada, cubanas y cubanos recordamos aquella gesta muestra de heroísmo. Podemos también hacer un balance histórico para concluir que aquel día tuvo un significado que superó la sangre y el dolor de las víctimas: demostró al mundo que la Guerra de Liberación dirigida desde las montañas orientales contaba con el apoyo mayoritario de la gente de la ciudad, y ampliamente del sector estudiantil. La sabiduría de Fidel quedó nuevamente demostrada, ya que aquella acción fue fruto del Pacto de México firmado por el líder máximo de la Revolución y el Presidente de la Federación Estudiantil Universitaria. El 13 de marzo de 1957 patentizó la unidad y cohesión del movimiento revolucionario cubano, y su convergencia de propósitos.
Desde el punto de vista de la Radio Cubana, la fecha posee también una relevante connotación. La alocución de José Antonio en Radio Reloj, iniciada con el vibrante “Pueblo de Cuba”, representa un punto de giro para nuestra radio. El asalto a Radio Reloj y las palabras de José Antonio Echeverría constituyen la antesala de un radio nueva y revolucionaria. En medio de una etapa en fase monopolista, durante escasos minutos se rompió un anquilosado cerco mediático y la juventud cubana dio su primer grito por las ondas hertzianas. Poco menos de un año, tras aquella antesala, el 24 de febrero de 1958 el Che, por iniciativa de Fidel, inaugura Radio Rebelde. Entonces el grande y definitivo grito de libertad fue pronunciado por una mujer – Violeta Casals – con su ¡Aquí, Radio Rebelde!, para estremecer llanos y montañas. Desde entonces la Radio Cubana inició un caminar nuevo, diferente y definitivo.
El legado del 13 de Marzo resulta altamente significativo para nuestra historia. Desde entonces, y con fuerza indetenible a partir de Enero de 1959, la juventud cubana dejó de ser un intangible futuro para convertirse por siempre en presente glorioso, forjador de la nueva Patria que con tanto sacrificio hemos conquistado.

Dígase mujer y hágase la luz

Dígase mujer y hágase la luz Nuevamente 8 de marzo, y nuevamente también la celebración del Día Internacional de la Mujer, fecha celebrada mundialmente sin distinción de ideologías, pero que en honor a la verdad fue una conquista del movimiento comunista y progresista internacional. Comenzando su historia en países europeos en 1911, hasta su definitiva proclamación por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1977.

Dedicar un día al año para reconocer su presencia y esencia va mucho más allá de cualquier elogio a quienes como parte del género humano poseen la facultad de incorporar a su belleza intelectual y espiritual, el talento y la hermosura física, tangible, que solamente a ellas la Naturaleza dota. Fuentes de vida y, por ello, vida misma, merecen no un solo día, sino cada instante de la existencia respeto, veneración y cariño.

Son incontables las mujeres que de una forma u otra han dado y dan de sí mismas su incondicional entrega al bien, la nobleza y lo bello. En quehaceres sencillos como obrera, campesina, oficinista y ama de casa; labores que armoniza con la sagrada de la maternidad, hasta las artes, ciencia, la lucha revolucionaria y la política.
Mujeres, incluso latinoamericanas, que por sus méritos hoy ostentan las primeras magistraturas de sus respectivos países; mujeres también que a través del tiempo dejan una impronta para el bien humano universal, desde una Marie Curie consagrada junto con su esposo a la investigación, hasta cubanas como Leonela Inés Relys Díaz, creadora del método de alfabetización “Yo, sí puedo”, gracias al cual han aprendido a leer y escribir más de ocho millones de seres humanos a lo largo y ancho del mundo; cubanas del siglo XIX como la matancera Emilia Margarita Teurbe Tolón, quien en 1850 hizo salir de sus manos la primera edición en tela de nuestra amada enseña nacional. Mujer también la Virgen Mambisa del Cobre que nuestros primeros luchadores por la Independencia llevaron consigo y proclamaron Patrona de Cuba.

Mujeres que en la poesía cubana nos embelesan de ternura como Mercedes Matamoros, Dulce María Loynaz y Carilda Oliver Labra, por mencionar solo tres. Autoras musicales como Tania Castellanos y Marta Valdés; escritoras como Gertrudis Gómez de Avellanada y Olga Alonso; actrices como Rosita Fornés; locutoras de Radio y Televisión de la estatura de Consuelito Vidal y muchas más.

En el quehacer patrio de años más recientes nuestro quehacer libertario se iluminó con el encanto de las heroínas del Moncada Melba Hernández y Haydee Santamaría; de las hermanas Giralt, cruelmente asesinadas por la tiranía de Batista; de Celia Sánchez, la flor autóctona de la Revolución; de Vilma Espín, quien dejó un hermoso legado de revolucionaria íntegra, madre ejemplar e incansable luchadora por los derechos de las mujeres cubanas y de nuestras niñas y niños.

En la más reciente contemporaneidad también contamos con cubanas ejemplares y dignas de elogio, como las madres y esposas de nuestros cinco compatriotas, héroes antiterroristas recién liberados. Ellas, desde el dolor por el cautiverio y lejanía de sus hijos y esposos, se mantuvieron a la altura del deber patrio y engalanaron las virtudes y templanza de todo un pueblo en la lucha por su definitivo regreso. Mujeres de hoy como Josefina Vidal, a mi juicio una de las personalidades de la diplomacia mundial más relevantes, quien une a su talento y profesionalidad la necesaria inteligencia y elegancia como comunicadora, unido todo a una belleza personal admirable y digna de respeto.

En nuestra cotidianidad están las mujeres que cada día comparten la vida en el trabajo, las escuelas, universidades, en los campos y obras de la construcción; también nuestras esposas, novias, madres, hermanas, hijas, nietas, vecinas y amigas que cada día al marchar a sus quehaceres, al salir desde sus hogares son como renovadas flores cuyos pétalos colorean y aroman el paisaje de cada día, haciéndolo cada vez nuevo y hermoso.

Es la mujer hacedora de la vida, y cada una de ellas es la vida misma. A todas, sin distinción alguna, un beso grande lleno de respeto, cariño y sincero amor.
Dígase mujer y hágase la Luz.

24 de Febrero: El grito que se prolongó en el tiempo

24 de Febrero: El grito que se prolongó en el tiempo Hace 120 años el machete y la tea incendiaria del Ejército Libertador reinaron en los campos de Cuba para alcanzar la definitiva independencia. Reiniciaba la gesta de La Demajagua, una guerra emancipadora de signo revolucionario por su carácter antiesclavista, antimperialista y de unidad latinoamericana.

Los recuentos son siempre saludables para recordar las sabias lecciones de la historia. Los combates iniciados en Yara no concluyeron en 1898; aquello fue una tregua porque el destino patrio sufrió una recurva histórica del todo ajena a los principios que inspiraron la lucha.

La guerra del 95 estaba prácticamente ganada cuando fuimos invadidos por Estados Unidos, y ello dio lugar al surgimiento de una república con parches, no la que soñaron nuestros próceres. No es absoluto motivo de vergüenza la desdicha con que iniciamos un nuevo siglo aquella vez, porque en medio de la mediatización soberana hubo voces que se alzaron consecuentes con la doctrina martiana; en aquella constituyente – aunque tapujada por la Enmienda Platt que se nos impuso – hubo voces dignas y valientes como las de Manuel Sanguily, Juan Gualberto Gómez y Salvador Cisneros Betancourt alzadas con ímpetu para impedir la anexión, como tiempo después la de Julio Antonio Mella para impedir que se nos arrebatase la Isla de Pinos (hoy Isla de la Juventud), legítimo territorio de nuestra nación.

Cuba fue escenario de luchas cívicas emancipadoras que de cierta manera devinieron traducción de aquella misma Guerra Necesaria.

La década de los años 30 fue un gran bostezo patriótico, un indicador fehaciente de que la guerra iniciada en Baire y otros espacios del país estaba inconclusa. A lo largo de aquellas décadas, y a pesar de nuestro estatus mediatizado, se lograron conquistas, la mayoría de ellas a costa de la sangre de líderes obreros y sindicales.

Luego, en 1952, la traición castrense protagonizada por Fulgencio Batista ensangrentó como nunca antes nuestra nación, echando abajo cualquier esperanza de dignificar plenamente la vida nacional por la vía constitucional. Así llegó el nuevo despertar del Moncada; así llegó el yate Granma a Las Coloradas y los mambises del siglo XX reiniciaron la gran campaña que no les dejaron concluir en el 95. A partir de entonces el curso de nuestra historia fue definitivamente distinto.

Dentro de tres días, el próximo 27 de febrero, Cuba y Estados Unidos continuarán el diálogo – esta vez en Washington – para el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países. Las buenas relaciones con el gobierno estadounidense constituyen un sano deseo de Cuba, siempre bajo el respeto a la mutua soberanía, en un clima de entendimiento que abra las puertas a una colaboración constructiva.

La actual administración estadounidense no tiene porqué cargar el estigma de las que le precedieron. Los sentimientos de respeto y amistad entre los pueblos de Cuba y Estados Unidos jamás se han roto; Cuba admira la laboriosidad de sus ciudadanos y muchos de ellos han hecho propia la causa y el ideario cubanos de estos tiempos.

Una relación amistosa y constructiva es posible, siempre y cuando se fundamente en el respeto a nuestra autodeterminación; por eso allí, de nuestro lado y como signo viril, ondearán las banderas de nuestra soberanía, de los ideales y el pensamiento de quienes un día hace 120 años, el 24 de febrero de 1895, erigieron el baluarte sagrado de una Patria libre y soberana.

Radioagresiones: la otra guerra

Radioagresiones: la otra guerra Cuba y Estados Unidos han iniciado un diálogo para restablecer relaciones diplomáticas. Es un proceso relativamente largo y complicado: algo más de medio siglo de distanciamiento y tirantez no se supera en poco tiempo.

Nuestra Isla ha sido víctima durante todas estas décadas de innumerables formas de agresión. El bloqueo de Estados Unidos contra Cuba tiene ya un carácter extraterritorial, y ha devenido en un permanente acoso a la nación caribeña para impedir a toda costa su desarrollo y la implementación de sus proyectos en materia alimentaria, de salud y educación.

La prensa y muchos libros especializados dan testimonio de ello; para un país pequeño como el nuestro constituye una verdadera proeza sostener con calidad sus programas de amplio alcance social.

Entre las muchas formas de agresión contra Cuba, la invasión de su espacio radioeléctrico ha sido y es una de las más evidentes, de carácter abiertamente subversivo guerrerista. No se trata – como se ha pretendido hacer ver – de la libre difusión de ideas, sino de una penetración dentro del espacio territorial cubano, en este caso radioeléctrico, para diseminar propaganda, para crear desaliento contra el proyecto cubano e incentivar la desobediencia civil.

Por ello cualquier normalización, más allá de la reanudación de relaciones, transita invariablemente por la suspensión incondicional de esa práctica que daña sensiblemente la soberanía nacional del Estado cubano.

Cuba ha sido y es respetuosa de los acuerdos internacionales. Para los menos jóvenes recordemos que antes de 1985 – antes del engendro de la mal llamada Radio Martí, la Voz de los Estados Unidos de América (VOA) transmitía los siete días de la semana en los horarios de la mañana y la tarde su programación en onda corta, así como en la frecuencia de los 1180 KHz de la onda media. La VOA podía escucharse en Cuba y jamás se le interfirió, a pesar de que parte de su programación tenía un componente anticubano.

Fue mucho después cuando Cuba, en pleno ejercicio de su soberanía, decidió anular las transmisiones radiales declaradamente anticubanas; un derecho inalienable en la defensa de su espacio radioeléctrico.

Años después de la radio subversiva comenzaron las transmisiones televisivas - ¡que jamás han sido vistas! – y que debido a continuados escándalos evidencian cómo funcionarios corruptos de origen cubano se han enriquecido a costa de ellas. En más de una ocasión los desfalcos y desvíos financieros protagonizados en la Oficina de Transmisiones a Cuba han sido tema de debates en instancias del Congreso estadounidense. En resumen, que las transmisiones hacia Cuba no son otra cosa que eso: un negocio más, combinado con su esencia injerencista hacia un Estado soberano.

El pasado lunes 26 de enero Betty McCollum, representante demócrata por el estado de Minnesota, presentó un anteproyecto de ley para eliminar el financiamiento de la Oficina de Transmisiones a Cuba, aduciendo que Radio y TV Martí son un método obsoleto en el nuevo contexto de las relaciones entre los dos países.La representante reconoce que los contribuyentes estadounidenses han tenido que cargar el fardo de $770 millones de dólares para sostener ambos inviables proyectos. Corresponde ahora al Congreso pronunciarse al respecto.

Las transmisiones de Radio y TV dirigidas a Cuba tienen un carácter de ocupación territorial de similar categoría al caso de la Base Naval de Guantánamo. Por ello, una normalización plena de las relaciones entre ambos países pasa, inexorablemente, por ambas soluciones.

Es de esperar que el sentido común se sobreponga a otro tipo de intereses y con la aprobación del anteproyecto se dé mayor luz al camino que ambos países deben recorrer para encontrar puntos en común respetando diferencias.

Con toda razón expresó el Presidente Raúl Castro en su discurso en la III Cumbre de la CELACeste 28 de enero en Costa Rica: … “El restablecimiento de las relaciones diplomáticas es el inicio de un proceso hacia la normalización de las relaciones bilaterales, pero esta no será posible mientras exista el bloqueo, no se devuelva el territorio ilegalmente ocupado por la Base Naval de Guantánamo, no cesen las trasmisiones radiales y televisivas violatorias de las normas internacionales, no haya compensación justa a nuestro pueblo por los daños humanos y económicos que ha sufrido.”

Esas son las premisas. Es cuestión de principios, y los principios son sagrados.