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Radio, identidad e imagen

Radio, identidad e imagen

Desde hace décadas en el mundo empresarial existen los proyectos corporativos de identidad; una serie de elementos visuales, sonoros, racionales y emocionales basados en forma y contenido que tienden a la creación de imágenes corporativas. La identidad consiste en cómo una institución se ve a sí misma y se proyecta ante su público. La imagen es cómo cada persona del llamado Público Objetivo entiende, concibe, percibe, siente a la institución; en qué medida se identifica con ella, la acepta o la rechaza. Todas las instituciones, lucrativas o no, confeccionan – al menos debieran hacerlo – su Manual de Identidad Corporativa. Esto no es asunto privativo del sector empresarial – creador y/o comercializador de bienes y servicios – sino inherente a toda entidad, de la cual la Radio no es una excepción. En los Manuales Corporativos se definen aspectos identitarios como símbolo, logotipo, tipografía, colores y otros aspectos que se hacen presentes en anuncios, membretes y documentos, y en el caso de la Radio todo ello se tiene en cuenta, pero ¿posee cada una de nuestras radioemisoras su Manual de Identidad? Me atrevería a enfatizar lo necesario de que hasta cada programa, como parte de su ficha técnica, cuente con aspectos que se correspondan con lo que pudiéramos definir de mini-manual. En la correlación sinérgica entre cada programa y la programación en su conjunto debe manifestarse la unidad que identifica a cada emisora. Si no se atiende este aspecto de importantísimo valor, corremos el riesgo de que, en una misma radioemisora cada programa, independientemente de su Público Objetivo (en este caso Destinatario), transite por un rumbo distinto a los demás espacios, en cuanto a su identidad de conjunto. No se trata de “uniformar” los programas; mucho menos de “unicidad”, sino de proveerles una identidad propia que vaya a tono con la identidad total de la emisora que los transmite, sin que cada espacio se despoje de su encanto, ese valor espiritual no cuantificable que lo hace único y le adjudica personalidad dentro de la propia emisora y en comparación con otros de su mismo propósito en emisoras diferentes. Me atrevo a decir que emisoras nacionales como Radio Progreso, Radio Rebelde, Radio Enciclopedia y CMBF Radio Musical Nacional poseen una identidad corporativa definida, incuestionable. Si tienen o no un Manual no lo sé, pero sí gozan de esa identidad. No importa el programa ni cual sea su destinatario, pero es fácil inferir y diferenciar cuando un programa dedicado, digamos, a los jóvenes se origina en Radio Progreso o en Radio Rebelde, por mencionar un caso. La identidad corporativa en la Radio se proyecta a través de sus modos de locución y de su estilo de realización. Es la forma de manifestar unidad radial dentro de cada programa y “unidad de identidad”, personalidad total de la emisora. Es cuando cada parte engrana perfectamente en el todo. Es tarea compleja. Para alcanzar y consolidar una Identidad se precisa trabajar en común y con la finalidad de que todos aporten, entiendan, acepten y sientan suyo el objetivo propuesto. En esa circunstancia jamás podrá descuidarse la comunicación interna abierta, franca, de diálogo, interactuante dentro de las radioemisoras; su cultura organizacional endógena basada ante todo en el flujo abierto, objetivo, no sectario, sí integrador de todos los talentos y factores que de alguna manera intervienen en el resultado final. Y como elemento clave para evaluar si se anda por buen camino: las investigaciones sociales, llevadas a cabo con profundidad científica, sin superficialidad y acudiendo al mayor espectro posible del Público Objetivo. No saber o intencionalmente no acudir a los foros de cada Público Objetivo en particular puede devenir en placer autocomplaciente, pero nunca a favor de la verdad concreta y oportuna que puede marcar las pautas del perfeccionamiento a corto o mediano plazo. Los resultados de las investigaciones sociales, los muestreos de audiencia certeros y sinceros mostrarán la Imagen Corporativa de la radioemisora. Dejarán ver si lo que se pretende ser es lo que en realidad interpreta la mayoría del Público Objetivo. Estemos igualmente avisados de que a la hora de la investigación social, de los muestreos de audiencia, aunque nos dirijamos a los enclaves donde suponemos está la mayor parte del Público Objetivo, encontraremos entes de un Público General que también escucha y es capaz de aportar criterios valiosos. No es asunto de “tomar el rábano por las hojas”, “botar el sofá” o cantarnos loas de autocomplacencia. El trabajo consciente y consecuente por acercar los criterios de la Identidad a los de la Imagen, posibilitará el logro de mayor unidad radial dentro de cada programa y en el conjunto de la programación. Tarea difícil al tiempo que importante y necesaria a esta hora en que la Radio Cubana se propone un perfeccionamiento que la lleve a niveles superiores en todo su quehacer.

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