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Zenaida Romeu, una noche esplendorosa al frente de la Orquesta Sinfónica de República Dominicana

Zenaida Romeu, una noche esplendorosa al frente de la Orquesta Sinfónica de República Dominicana

(Tomado de Diario Libre de Santo Domingo, por Alfonso Quiñones)

Tras una entrada alegre y brillante, con “Candide” (Bernstein) servida en su batuta, Zenaida Romeu, primera directora sinfónica de Cuba, enseñó en el primer escenario de República Dominicana -Sala Carlos Piantini del Teatro Nacional- su estilo enérgico y lírico al frente de una orquesta sinfónica y su profundidad cultural.

“Candide” era el saludo jovial de quien ha innovado al incluir el desenfado y el desencartonamiento gestual, primero con el coro Cohesión y luego con su Camerata Romeu; y también con la imagen física, al proponerse llamar la atención en el Concierto oratorio que dirigió con Michel Legrand al piano y una gran orquesta con coro y varios de los más importantes músicos cubanos del jazz: cabello muy corto y tacones bien altos, con el logro del piropo de Legrand: “Zenaida tiene la maestría de simplificar lo complejo, de hacer fácil lo que es difícil. Estoy muy sorprendido por esta versión del Concierto oratorio, nunca antes dirigido de esa manera”.

El violinista Leonardo Mercado debutó como solista la noche del miércoles, dirigido por Romeu en el Concierto No.1 para violín y orquesta, de Sibelius. Si bien el comienzo fue algo inseguro, sobre todo en el primer movimiento (gestos como rascarse la cabeza en una ocasión lo delataban), ganó en seguridad tras el solo después del pasaje de los chelos y contrabajos. Al entrar las maderas y abrirse el diálogo a las cuerdas, el instrumento central se ahogaba. En el segundo movimiento fue tomando aire y firmeza, y ya el tercer movimiento logró salir airoso de un reto, quizás el mayor que ha tenido en su vida, demostrando su potencialidad como solista, su valentía artística y la necesidad de un instrumento mejor a la altura de retos similares. Ahora sólo falta fogueo y nuevos chances. Sin dudas una excelente política: dar espacio a los jóvenes solistas de la OSN.

La Sinfonía No. 5 de Shostakovich demanda un nivel de profundidad intelectual, capaz de transmitir la riqueza de sentimientos y los malabares que tuvo que hacer el compositor para enmascarar su verdadera intención, en épocas de represión despiadada y de sentirse perseguido por la oficialidad. Pintó una capa realista socialista tras una especie de mea culpa (como 30 años después haría en el Caribe el poeta Heberto Padilla), y debajo expuso esa gama de sensaciones y discursos, incluidos gritos y tristeza, que el pueblo quería expresar y supo encontrar en la obra. Rostropovich contó que la ovación del estreno en San Petersburgo duró unos 40 minutos.

Aquí la intensa y fiel ejecución de la OSN dirigida por Romeu no recibió tantos minutos de ovación, pero la agrupación sonó crecida, cohesionada y espléndida y la directora vino, dirigió y triunfó.

Radioagresiones: la otra guerra

Radioagresiones: la otra guerra Cuba y Estados Unidos han iniciado un diálogo para restablecer relaciones diplomáticas. Es un proceso relativamente largo y complicado: algo más de medio siglo de distanciamiento y tirantez no se supera en poco tiempo.

Nuestra Isla ha sido víctima durante todas estas décadas de innumerables formas de agresión. El bloqueo de Estados Unidos contra Cuba tiene ya un carácter extraterritorial, y ha devenido en un permanente acoso a la nación caribeña para impedir a toda costa su desarrollo y la implementación de sus proyectos en materia alimentaria, de salud y educación.

La prensa y muchos libros especializados dan testimonio de ello; para un país pequeño como el nuestro constituye una verdadera proeza sostener con calidad sus programas de amplio alcance social.

Entre las muchas formas de agresión contra Cuba, la invasión de su espacio radioeléctrico ha sido y es una de las más evidentes, de carácter abiertamente subversivo guerrerista. No se trata – como se ha pretendido hacer ver – de la libre difusión de ideas, sino de una penetración dentro del espacio territorial cubano, en este caso radioeléctrico, para diseminar propaganda, para crear desaliento contra el proyecto cubano e incentivar la desobediencia civil.

Por ello cualquier normalización, más allá de la reanudación de relaciones, transita invariablemente por la suspensión incondicional de esa práctica que daña sensiblemente la soberanía nacional del Estado cubano.

Cuba ha sido y es respetuosa de los acuerdos internacionales. Para los menos jóvenes recordemos que antes de 1985 – antes del engendro de la mal llamada Radio Martí, la Voz de los Estados Unidos de América (VOA) transmitía los siete días de la semana en los horarios de la mañana y la tarde su programación en onda corta, así como en la frecuencia de los 1180 KHz de la onda media. La VOA podía escucharse en Cuba y jamás se le interfirió, a pesar de que parte de su programación tenía un componente anticubano.

Fue mucho después cuando Cuba, en pleno ejercicio de su soberanía, decidió anular las transmisiones radiales declaradamente anticubanas; un derecho inalienable en la defensa de su espacio radioeléctrico.

Años después de la radio subversiva comenzaron las transmisiones televisivas - ¡que jamás han sido vistas! – y que debido a continuados escándalos evidencian cómo funcionarios corruptos de origen cubano se han enriquecido a costa de ellas. En más de una ocasión los desfalcos y desvíos financieros protagonizados en la Oficina de Transmisiones a Cuba han sido tema de debates en instancias del Congreso estadounidense. En resumen, que las transmisiones hacia Cuba no son otra cosa que eso: un negocio más, combinado con su esencia injerencista hacia un Estado soberano.

El pasado lunes 26 de enero Betty McCollum, representante demócrata por el estado de Minnesota, presentó un anteproyecto de ley para eliminar el financiamiento de la Oficina de Transmisiones a Cuba, aduciendo que Radio y TV Martí son un método obsoleto en el nuevo contexto de las relaciones entre los dos países.La representante reconoce que los contribuyentes estadounidenses han tenido que cargar el fardo de $770 millones de dólares para sostener ambos inviables proyectos. Corresponde ahora al Congreso pronunciarse al respecto.

Las transmisiones de Radio y TV dirigidas a Cuba tienen un carácter de ocupación territorial de similar categoría al caso de la Base Naval de Guantánamo. Por ello, una normalización plena de las relaciones entre ambos países pasa, inexorablemente, por ambas soluciones.

Es de esperar que el sentido común se sobreponga a otro tipo de intereses y con la aprobación del anteproyecto se dé mayor luz al camino que ambos países deben recorrer para encontrar puntos en común respetando diferencias.

Con toda razón expresó el Presidente Raúl Castro en su discurso en la III Cumbre de la CELACeste 28 de enero en Costa Rica: … “El restablecimiento de las relaciones diplomáticas es el inicio de un proceso hacia la normalización de las relaciones bilaterales, pero esta no será posible mientras exista el bloqueo, no se devuelva el territorio ilegalmente ocupado por la Base Naval de Guantánamo, no cesen las trasmisiones radiales y televisivas violatorias de las normas internacionales, no haya compensación justa a nuestro pueblo por los daños humanos y económicos que ha sufrido.”

Esas son las premisas. Es cuestión de principios, y los principios son sagrados.

Rinden homenaje a José Revueltas

Rinden homenaje a José Revueltas Diario de Xalapa
27 de noviembre de 2014


Xalapa, Veracruz.- Con una charla en la cual se analizará la relevancia social y cultural de la obra de José Revueltas, y un concierto de la Orquesta de Cámara de Xalapa, hoy, a partir de las 18 horas en el auditorio del Museo de Antropología de Xalapa (MAX), se rendirá homenaje al escritor duranguense con motivo del centenario de su nacimiento.

Los investigadores Edith Negrín y Philippe Cheron hablarán sobre la vida y obra del escritor y activista político nacido el 20 de noviembre de 1914 en Durango, considerado un autor clave del siglo XX en las letras mexicanas y cuya vasta creación literaria incluye novela, cuento, teatro, guion cinematográfico, trabajos periodísticos y ensayos.

Edith Negrín es profesora e investigadora en la UNAM y ha escrito libros, artículos y diversos ensayos en revistas especializadas y libros colectivos sobre textos de escritores mexicanos, como José Revueltas, Renato Leduc, Luisa Josefina Hernández, José Emilio Pacheco, entre otros.

A su vez, Philippe Cheron es investigador y uno de los especialistas más importantes en la obra de Revueltas. Traductor de varios de sus libros al francés, es también autor de los ensayos El árbol de oro: el pesimismo ardiente de José Revueltas y Las líneas discontinuas: treinta pinturas sobre algunos paralelismos y otras bifurcaciones.

Junto con su esposa Andrea Revueltas, ha coordinado la publicación de los más de 20 tomos de las obras completas del autor de títulos como El apando y El luto humano.

Tras la charla, la Orquesta de Cámara de Xalapa, dirigida por Rey Alejandro Conde, interpretará un programa con música de Silvestre Revueltas, el hermano mayor del escritor homenajeado, que incluye las obras Cinco canciones para niños, que serán cantadas por la soprano Guadalupe Colorado, y Ocho por radio.

La invitación realizada por la Dirección General de Difusión Cultural de la UV está abierta a todo público. La entrada es libre.

Fuente: http://www.oem.com.mx/eloccidental/notas/n3620537.htm

Los engaños de Word y la edición de prensa

Los engaños de Word y la edición de prensa

ACABO DE LEER EN GRANMA, EN EL BLOG DEL COMPAÑERO PELAYO TERRY, ESTA VALIOSA REFLEXIÓN ACERCA DEL USO DE LOS PROCESADORES DE TEXTO, EN ESPECIAL EL POPULAR "WORD" DE "MICORSOFT". POR SU IMPORTANCIA LO REPRODUZCO EN MI BITÁCORA. ESTIMO QUE SERÁ UNA AYUDA DE PRIMERA MANO PARA TODOS LOS QUE HACEMOS PERIODISMO. 

Todos sabemos las “facilidades” que ofrece Microsoft Word para quienes utilizan el procesador de textos más popular en el mundo. No voy a describir aquí sus bondades para la edición de materiales, la corrección, la utilización de diferentes estilos, para diseños, manejos de correspondencias, utilización de sinónimos, etc. Habría que dedicar a alguien, porque sus inventores seguro no lo harán, a que nos diga cuántas son las funcionalidades que ofrece esta herramienta de uso continuado y común en todas las partes de este planeta, por supuesto, computadora mediante.

Sin embargo y ya una vez abordé el tema en este mismo blog; las tecnologías también nos tienden algunas trampas y para ellas debemos estar preparados. No confiar plena y ciegamente en ellas es quizá el mejor antídoto para no caer en su engaño, que nos puede llevar a cometer errores que después no tienen solución si encontraron el fin en una edición impresa de cualquier publicación.

En este post solo voy a hablar, a manera de alerta para quienes trabajamos en el mundo del Periodismo, sobre la necesidad de no confiar plenamente en las posibilidades que ofrece Word para corregir las palabras, que, según el procesador, están mal escritas.

¿Cuántas veces no hemos escrito una palabra bien, y el dichoso programa nos la marca en rojo, o la pone en azul, porque para “él” existe una mala conjugación? ¿No hemos sido víctimas de errores en la escritura de nombres y apellidos que el “querido programa” no reconoce, como por ejemplo el mismo apellido de este escribidor, el cual Word reconoce como Ferry y no como Terry? Es verdad que ofrece la posibilidad de agregar la palabra desconocida para que pase a formar parte de su “diccionario”, pero ello no elimina per se la posibilidad de la equivocación, sobre todo cuando el uso de la PC no es exclusivo de una sola persona y es múltiple el escenario donde se puede actuar.

Ejemplos puede haber muchos otros, pero lo más importante es confiar en nuestras capacidades y nuestros conocimientos. Las tecnologías pueden abrirnos ciertos caminos, pero lo principal es la preparación de quienes detrás de cada una de ellas se sientan, en la seguridad de que nunca, por muy avanzado que esté, habrá herramientas que pueda sustituir nuestra formación profesional. Y además, ello debe ir acompañado, al menos en mundo del Periodismo donde interactúo, de otras prácticas, como la autoedición de los contenidos que creamos, paso indispensable que todo profesional debía asimilar. Es la capacidad primera que tenemos para darnos cuenta nosotros mismos de si hemos cometido alguna pifia.

Nos juega una mala pasada y no sabemos, luego, como distanciarnos de ella para mejorar lo que queremos.

Creo que sin demeritar el uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones, lo más sensato siempre será confiar en nuestros instintos y nuestra formación cultural y académica, la cual, cada día debemos continuar cultivando. Solo así, los errores que Word “arregla”, no se convierten en errores que Word multiplica. Ahí les dejo la puerta abierta para que opinen y ofrezcan otras consideraciones.

PELAYO TERRY: Master en Ciencias de la Comunicación. Licenciado en Periodismo en 1988. Corresponsal de guerra en Etiopía. Corresponsal jefe de la Agencia de Información Nacional en la década de 1990. Subdirector del periódico Tribuna de la Habana, subdirector Editorial del periódico Juventud Rebelde, desde el 2009 Director del periódico Juventud Rebelde y desde el 9 de octubre de 2013, Director del periódico Granma. 

Fuente: http://cibereditor.bloguea.cu/general/los-enganos-de-word-y-la-edicion-de-prensa/

Octavio nos dijo adiós

Octavio nos dijo adiós

Esta mañana temprano, como de costumbre, al revisar el correo encuentro una noticia triste: Octavio Pérez Valladares había dejado de existir en la noche de ayer 5 de marzo víctima de un paro respiratorio. Contaba 63 años de edad.

En mi sentir interpreto el de todos los compañeros y compañeras que durante décadas habíamos trabajado junto a él. Se reponía de una intervención quirúrgica de cataratas, y la muerte le sorprendió. Es una noticia dolorosa para los periodistas cienfuegueros y para todo el colectivo de la emisora provincial Radio Ciudad del Mar a la cual dedicó sus mejores años de profesión, interrumpidos temporalmente por algunos años que laboró en el periódico “Cinco de Septiembre”.

Lo conocí en 1973, apenas graduado de Periodismo en la Universidad de La Habana. Desde siempre nunca quiso dejar de ser aquel guajirito de Cumanayagua sencillo, serio, amistoso, susceptible y muy deseoso de aprender y, al mismo tiempo, de compartir cuanto aprendía con sus colegas y con cualquier persona. Octavio fue el hombre que para conversar no hacía distinciones entre condición social, jerárquica o cultural. Apasionado del idioma, de sus leyes y secretos, inconforme ante el mal uso que de la lengua otros hicieran, acaudaló un valioso conocimiento que compartió en secciones de la Radio y en el canal Perlavisión.

Periodista, maestro, jurista (durante mucho tiempo alternó como juez lego) y jamás dejó de ser estudiante. Lo recuerdo en los días de los Diplomados sobre Tendencias del Periodismo Contemporáneo, y de Periodismo Hipermedia donde, a la par de cumplir su rol de alumno puntual y responsable, cámara fotográfica en mano escribía acerca de cada módulo y de sus profesores. También tengo presentes sus colaboraciones en el sitio Web de Radio Ciudad del Mar donde nos mantenía informados acerca de la Peña Cultural de Pueblo Griffo “Armando García (Fobito)” animada por el decano de la Radio cienfueguera Humberto Albanés.

A todo el quehacer profesional de Octavio Pérez Valladares se añade su labor de investigador histórico; gracias a sus pesquisas conocimos la historia de Polo Vélez, el último salteador, hombre legendario  acerca de quien escribió su vida, de modo seriado, en el periódico Cinco de Septiembre. Considero que al respecto jamás fue reconocido a la altura que lo hubiera merecido. En honor a la verdad, conocemos la vida y aventuras de Polo Vélez gracias a este profesional del periodismo revolucionario cubano.

Hace escasas semanas nos comunicábamos vía correo electrónico, y dejaba siempre entrever la susceptibilidad que le caracterizó, y siempre me ocupé de alentarlo, de que lo importante es la obra, saber que se ha hecho bien. Tan pronto supe del reconocimiento que le otorgara la Sociedad Cultural José Martí  “Por la Utilidad de la Virtud” le escribí para felicitarlo. De cierto modo manifestó que pensaba no contar con mucho más tiempo para vivir; nuevamente le di aliento, que teníamos OPV para rato.

Finalmente nos dijo adiós de modo sorpresivo. Esta mañana cuando contesté el mensaje al compañero Jesús Rodríguez Díaz, Presidente de la UPEC en Cienfuegos, le hice saber que era el primer correo abierto en la mañana y, lamentablemente, era una noticia dolorosa para todo el gremio de periodistas cienfuegueros y para mí. Hoy lo recordamos con respeto y cariño, como al hombre que creció ante cada dificultad, y que de humilde guajirito de Cumanayagua llegó a convertirse en un paradigma de nuestra profesión.

Querido colega y amigo OPV: Descansa en Paz.

Cuba de Teófilo, Stevenson de Cuba

Cuba de Teófilo, Stevenson de Cuba

En la tarde de este 11 de junio leí  la noticia del fallecimiento de Teófilo Stevenson, gloria de nuestro deporte, tres veces Campeón Olímpico y Mundial de Boxeo. Persuadido de que la triste noticia provenía de una fuente fidedigna, con dolor y consternación no demoré en compartirla con mis amistades a lo largo y ancho del mundo. La muerte, no por natural deja de parecer fortuita, algo que sucede por casualidad; lacera escuchar el aviso de su llegada, aunque sabemos que irremediablemente toca a la puerta de cada ser viviente.
Al momento de enterarme departía con una amistad, y aquello provocó un repentino cambio en nuestra conversación. Stevenson pudo haber vivido muchos años más; como uno más de entre los millones de cubanos, percibo la herida que  nos cala en lo más profundo.
Teófilo Stevenson Lawrence, el joven que estremeció de emociones a sus compatriotas y al mundo cada vez que subió al ring; el muchachito de Puerto Padre que a la vuelta del tiempo ganó en dos décadas nada menos que 301 combates de un total de 321 llevados a cabo. El hijo de familia humilde que ni por un segundo sintió seducción por las jugosas propuestas monetarias de inescrupulosos mercachifleros que lucran a costa del deporte. Es muy conocida la anécdota cuando en Alemania – en la ciudad de Munich – trataron de comprarlo y sin vacilar dejó boquiabiertos a los proponentes al responderles: “No cambiaría un pedazo de la tierra de Cuba por todo el dinero que podrían darme”.
Consecuente con su amor a la Patria, nacido y formado en un deporte revolucionario, Stevenson hizo suya en su cotidianidad la máxima martiana de que “toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz”. Pasada la primera sacudida por la dolorosa noticia, luego de recordar su sencillez en los combates, la hidalguía que le acompañó y que convirtió a muchos de sus adversarios en el deporte en amigos personales, recordé un momento de mi vida ante este inolvidable coloso.
Una mañana del año 2010 salí al vestíbulo de Radio Ciudad del Mar, donde trabajo, y allí conversaban animadamente mis colegas Reinaldo Taladrid, Digno Rodríguez, Fabio Bosch y alguien más que acompañaba esa vez a Taladrid; me uní a la conversación y recuerdo que enseguida mencioné el tema de las profecías mayas; convine con Taladrid en que para diciembre de este 2012 estaríamos mirando al cielo a ver qué sucedería. Alguien más, a quien saludé al llegar, pero cuyo rostro no había yo visto por su descomunal estatura, permanecía en silencio prestando atención a la conversación. De buenas a primeras miro hacia arriba y aquel rostro inconfundible era ni más ni menos que el de Teófilo Stevenson. Estreché su mano por segunda vez, le miré fijamente y enmudecí. En mi lógica inmediata me sentí confundido. ¿Cómo era posible? La modestia de Teófilo, su sencillez, me dejaron perplejo.  Es que de las montañas se sabe que lo son cuando se les ve de lejos. Frente a semejante gloria deportiva y dignidad cubana que tanto he admirado ante el televisor, parecía increíble su presencia cercana.
Estrechar la diestra del gigante que con puño certero, preciso, técnico y generoso hubo de estremecernos cientos de veces, fue para mí a la vuelta del tiempo, regalo de valor inestimable.
Ahora que Stevenson de Cuba descansa para siempre, la Cuba de Teófilo llora su partida con el dolor por alguien que quiso tanto al deporte cubano, a la Patria, y que tantas glorias le dedicó. Imagen del deportista humilde y revolucionario; del hombre consecuente con los principios que forjaron su vida y su vocación, fue una gran suerte haberlo conocido y estrechar su mano; intercambiar pocas palabras, las suficientes para saber que aquella mañana mi diestra palpó en vivo una montaña tan alta y majestuosa  como el Turquino.
Imagino que en diciembre, cuando por la curiosidad que provoca enfoquemos la vista hacia el cielo, en lugar de la catástrofe astronómica veremos una estrella muy brillante. Esa estrella será Teófilo Stevenson, inspirando a las nuevas esperanzas de nuestro deporte para que sigan su ejemplo.

Periodismo digital: una nueva perspectiva

Periodismo digital: una nueva perspectiva

Los periodistas del siglo veintiuno enfrentan un desafío: la modalidad de su quehacer a través de Internet. Los controles de la información escapan de las manos de unas cuantas instituciones o grupos para acceder a cuantos deseen participar. Millones de sitios y las Weblogs - más conocidas como blogs - se multiplican en el ciberespacio. Entre lo veraz y lo falso; lo cualitativamente loable y lo que no lo es, pocas cosas parecen creíbles.
En esa amalgama de informaciones - exactas y no - deben abrirse paso los profesionales de la información.
Va imponiéndose un nuevo lenguaje que tiene poco que ver con las raíces culturales de cada pueblo. Nacen términos y neologismos que son fruto de la globalización de los conocimientos.
¿Cuál es la función de los medios profesionales ante el desafío?
Ante toda esa realidad el mundo necesita apertura ante lo nuevo. Labor perentoria y no menos difícil! Algunos se autocomplacen manteniéndose confinados en una prensa escrita medianamente provechosa, aunque no lo suficientemente creativa, antes que emprender un quehacer franco y decisivo en el universo digital. Otros, en un acomodaticio "quedar bien" trasponen al pie de la letra desde cánones tradicionales,  sin las consecuentes transliteración y adaptación a través de los recursos y herramientas propios del lenguaje multimedia.
Millones de estudiantes, profesionales, obreros, amas de casa y de otros sectores acceden a Internet en busca de información. Acceder a ciertos medios impone un precio, ya que mantener una página Web no es nada sencillo para entidades que se sostienen de la información como negocio. Por suerte existen fuentes libres de pago con vuelos profesionales elevados, pero no todos los cibernautas las conocen.

No es justo, ni tampoco ya muy posible, coartar a quienes deseen expresar sus propias ideas siempre y cuando no alteren los cánones éticos de respeto y sana convivencia. Estimo que el mayor desafío se sustenta en desarrollar un trabajo altamente cualitativo y de invariable compromiso profesional por parte de los más competentes. Merece unir ese propósito a una tenacidad responsable y a las posibilidades tecnológicas que hacen de Internet un medio atrayente para frecuentar.

Internet ofrece posibilidades hasta hoy ignoradas por mucha gente, incluso por sus conocedores más audaces. Deviene exigencia para esta nueva realidad, en un mundo hoy llamado aldea global, llevar la profesionalización de la red de redes a su punto óptimo en la mayor medida. Las reglas del juego ya cambiaron. Con la Web 2.0 se vino abajo la vieja relación emisor-receptor; ambos encarnan desde ahora los dos papeles; se relacionan y confontan en una correspondencia biunívoca de la comunicación nunca antes vista. En resumen: el usuario es también coautor y protagonista. Credibilidad, atractivo y variedad cuentan entre los cimientos cardinales para oficiar en Internet. Está a la orden del día un llamado a la reflexión acerca del modo de continuar siendo rigurosamente profesionales al tiempo que artísticamente sugerentes.Está en juego la cultura plural de la civilización, su entramado de valores y la garantía de que el creciente número de visitantes del ciberespacio tenga a su alcance un producto confiable y atractivo. El Periodismo Digital se presenta como reto y perspectiva. Merece aceptarlo.

Amaury personal, amigo y cercano

Amaury personal, amigo y cercano

Aquella tarde fui directo por la calle San Carlos hasta la Peña del Ateneo de Cienfuegos, que anima el cantautor Lázaro García. El invitado era nada menos que Amaury Pérez Vidal, quien a sus dotes de intérprete y compositor suma la de excelente comunicador.
En todo el trayecto pensaba cómo iniciar mi conversación con Amaury porque uno tiende a pensar que con un artista tan conocido las entrevistas puede que resulten trilladas, de lo que todo el mundo conoce; otra vez la vida me demostró que no es así, siempre hay algo nuevo e interesante, y todo depende de las aristas que se aborden.
Cierto que no me parecía fácil entrevistar a alguien de su talla, tan entrenado él mismo en hacer entrevistas a personalidades diferentes, pero había que atreverse y hacer las cosas. Por supuesto, no me hubiese perdonado dejar pasar la ocasión de conocerlo personalmente y conversar. Mi primera impresión fue encontrar en Amaury alguien amistoso, sencillo y transparente: eso me infundió confianza. El comienzo estuvo a cargo de ese niño que sigue vivo en uno - ¡qué bueno! – y vino a ayudarme para recordar los años en que Consuelito nos llenaba de alegría con “Tía Tata Cuenta Cuentos”, en la Radio, y la ternura aliada de “Amigo y sus Amiguitos” en la pantalla de cristal, otrora en blanco y negro. Así empezamos a dialogar. Con amistad y confianza, Amaury me puso el brazo encima y me dijo: - vamos a conversar, claro que sí - . Qué suerte conocer más de un Amaury que recuerda a sus padres con infinito amor, del padre, escritor y ser humano sensible que es.

Amaury, al conversar contigo siempre vale referirse a personas muy amadas por ti y por todos los cubanos. Debes de imaginar que tienes muchos primos empáticos, pues son incontables incluyéndome yo quienes una vez nos sentimos frente a nuestros radiorreceptores sobrinos de Tía Tata. Me refiero, claro está, al programa “Tía Tata Cuenta Cuentos”. En aquel entonces, cuando todavía eras un niño, ¿qué significaba Tía Tata para ti?

Bueno, tú sabes que conmigo era más complicado, yo siempre sabía que detrás de Tía Tata estaba mi mamá, y que detrás de “Amigo y sus Amiguitos”, detrás del muñeco de Amigo estaba mi mamá; cuando yo era niño trabajaba en esos programas. Entonces para mí, mi mamá siempre fue una actriz que hacía esos personajes, y los hacía con un entrañable cariño pues a mi mamá siempre le gustaba cantarle a los niños, hacer cosas para los niños. Yo siempre la vi haciéndolo, yo estaba ahí, para mí nunca fue Tía Tata, siempre fue mi mamá que hacía de Tía Tata, y en mi barrio donde nací, me crié y adonde yo de alguna manera todavía pertenezco, un barrio periférico de La Habana muy cerca del Aeropuerto, que se llama Fontanar, ese es el que yo considero “mi lugar”, aunque no vivo allí desde el año setenta, y todos mis amiguitos sabían que Tía Tata era Consuelito, aunque en ese momento no le decían Consuelito, sino la mamá de Amaury. Para mí no significó nada especial, pues yo estaba ahí, veía todos los trucos, cómo se hacían, cómo se manejaban los muñecos, o sea, que esa magia no la tuve; tuve la magia de saber desde el principio que mi mamá era una persona elegida, una persona que tenía un don de comunicar como actriz, como conductora, y también como hacedora de algunas canciones. Me acuerdo de Celia Torriente, y que cantaba tantas canciones de Enriqueta Almanza, de aquellas compositoras… mi mamá fue la primera que cantó “Barquito de Papel”, todas aquellas canciones, eso no era un misterio para mí.

Conocemos mucho a Amaury en la música y en la televisión, pero de Amaury y la radio, dime ese don tuyo de comunicador con que tanto nos agradas y capturas, pero… de la radio, ¿has hecho algo?

En La Habana, en realidad, antes de hacer programas de televisión como comunicador, hacía programas de radio. Hice dos programas para Radio Ciudad de La Habana, recuerdo uno que se llamaba “Amaury y los Demás”, era un programa variado de música, yo ponía la música que tengo en la casa,  que después se acabó, el director dejó el programa y se llevó su título, y después había uno más desenfadado que se llamó “Como en Casa”, que también estuvo como dos años al aire. Lo que pasa es que empezó el período especial y junto con el periodo especial, pues las escaseces de gasolina, y la radio era en vivo, había que ir todos los días y yo vivía lejos de la emisora de radio. Aquello se convirtió en un verdadero tormento llegar al programa, conseguir la música, las cosas que yo trataba de poner lo más novedosas posible a los radioescuchas, y yo lo abandoné. No he vuelto por eso, porque la radio, igual que la televisión, lo llevan a uno a trabajar las 24 horas del día. Si uno lo quiere hacer medianamente bien, y no he tenido el tiempo para ocuparme de la radio. El tiempo que me queda, entre la conducción de televisión, hacer música, viajar una buena parte del mundo con mis canciones cantándolas por ahí a quien tenga el interés de escucharme, escribir novelas…

Esa faceta tuya es también importante, antes de la entrevista me enteré, pero quisiera que tú mismo te refieras a eso…

Ya he escrito dos novelas y las he publicado y ahora estoy escribiendo la tercera...

¿De qué tratan tus novelas?

La primera es una historia que se llama “El infinito rumor del agua”, es la historia de la amistad entre dos mujeres que se conocen siendo muy niñas aquí en Cuba, en una ciudad que no dice exactamente el nombre, es inventada, pero puede ser Trinidad perfectamente. Una de ellas emigra en los años veinte a Estados Unidos cuando se descubre el asma, porque ella se vuelve asmática, y están  sesenta años sin verse. Y hay un reencuentro en un momento. Esa fue la primera. La segunda se llama “10 meses y 29 días”, son los estudiantes de un coro, de un coro por supuesto cubano, de música sacra, es una novela muy religiosa, es la primera novela así, muy católica, que hay escrita, a lo mejor mal escrita, pero que está escrita y se van a Italia y tres de ellos deciden ocupar los 10 meses y 29 días que es el tiempo que permiten las leyes migratorias estar fuera sin considerar que no regresarás. Y son todas las cosas que ocurren en ese tiempo en Roma, lo que hacen esos tres amigos. Y ahora estoy escribiendo una novela de amor que no tiene título todavía, es de dos personas que se van a vivir por voluntad propia, engañando a los médicos, a un manicomio. Se hacen los locos y se van, cada uno por su lado, sin conocerse; ellos se conocen dentro del manicomio, pero el gran conflicto está en que ella sabe en lo profundo que no está loca, que está simulando, pero piensa que él sí está loco. Y lo mismo le ocurre a él, entonces es una novela que me ha llevado dos años de estudios siquiátricos, para poder hablar como una persona demente y a la vez saber que esa persona en lo profundo no es demente, y el lector sabe que no lo es.

Las dos primeras, ¿si están publicadas?

Están publicadas, una por la Editorial Unión, que hicieron una tirada bastante generosa, verdad, porque hicieron como 7 mil ejemplares y ya no hay, y la otra por Letras Cubanas que hicieron 3 mil o 4 mil ejemplares y también se acabaron. Fíjate, que yo ando buscándolas por dondequiera, cada vez que llego a una provincia voy a la librería a ver si queda alguna para comprarla.

Amaury, lo más difícil para ti en tu condición de comunicador, en todo esto, en la misma televisión, ¿qué ha sido lo más difícil para ti? Has entrevistado una cantidad de personalidades nuestras muy diferentes unas de otras, y cada una con una trayectoria muy grande. ¿Haces ensayo de mesa? ¿Te lanzas en directo? A todos nos gustaría conocer de esa interioridad de tu quehacer profesional.

Yo siempre tengo que informarme un poco, sobre todo de las personas que menos conozco, de los que conozco no, fíjate no necesito informarme, por ejemplo, de la obra de Antón Arrufat porque la conozco, la he leído, además somos amigos desde hace muchos años; no me hace falta investigar la vida de Rosita Fornés, he estado a su lado toda la vida o la de Alicia Alonso, que hay tanta información. Las tarjetas que saco ahí en el programa son temas para no perderme porque grabo dos o a veces tres entrevistas diarias, o sea, el programa tiene una dinámica de trabajo mediante una semana, en cinco días laborables, grabo diez, once, doce entrevistas. A veces me toca… Aurora Basnuevo y Eusebio Leal, por ejemplo; son dos personalidades que van por caminos diferentes, y tengo que encaminar esas entrevistas por dos lugares diferentes. Entonces… si me preparo demasiado voy a estar sobreinformado y eso me va a llevar a cometer algún desliz, alguna indiscreción o incluso lo peor, alguna falta de respeto. Yo prefiero ponerme en el lugar del televidente, es lo que yo hago, de un televidente curioso que quiere saber algunas cosas que no conoce y, además, la mayoría de las veces no sé lo que me van a responder. A veces con los años la gente cambia las historias: una historia que habías oído en los sesenta en diferente en los ochenta y diferente en los dos mil, entonces lo que hago es sentarme y atender. De muchas respuestas, la mayoría de las preguntas salen de la respuesta anterior del entrevistado. Eso me hace muy cómoda la entrevista. No me pongo tenso, la verdad tengo que reconocerlo, no sé si es algo genético, pero yo no le tengo terror a las cámaras, quiero decir, yo nací en ese mundo con mi padre dirigiendo televisión, con mi madre trabajando, yo mismo desde chiquito trabajando en la televisión desde que era un muchachito que tenía cuatro o cinco años, hacía comerciales en televisión de productos que mi mamá anunciaba, he estado en esto toda mi vida, para mí es muy cómodo. Para mí es más cómodo hacer preguntas que cantar.

Ya que lo mencionaste, la influencia de tu papá como director de televisión…

Toda, toda, mi papá era un sabio, la verdad, era un genio, una persona muy osada, muy atrevida, innovador hasta el delirio. En algunos de los viajes que he podido hacer a los Estados Unidos en los últimos tiempos, me he encontrado una cantidad de información videográfica de los programas que mi padre dirigió, tanto los que dirigió antes de la Revolución como después y encuentro cosas verdaderamente osadas para la época y osadas todavía. Ya quisiéramos nosotros tener una televisión como la que tuvimos, incluso, en los primeros diez años de la Revolución, donde estaba la fuerza patriótica, además, la fuerza la Revolución triunfante con la sapiencia, el oficio adquirido en la televisión pre-revolucionaria, que era una televisión muy buena. Ese grupo de talentos… hablo de Joaquín M. Condall, Manolo Rifat, de Pedraza Ginori que llegó después, y Amaury Pérez, esos cuatro llegaron e hicieron un gran trabajo, realmente.

Es una lástima que ya no podemos contar con ellos por ley de la vida, aunque mi papá murió muy joven, pero olvídate… yo siempre me pregunto cuando estoy en el programa, cuando tengo un problema con una luz, con la iluminación, un ángulo de cámara con el que no me siento cómodo, yo siempre me digo: “¿cómo mi papá resolvería esto?” Y siempre recuerdo de una cosa que me decía: “los problemas más graves se resuelven con calma”. En calma se resuelven las cosas, no haces nada gritando, ni poniéndote histérico, ni nada, sólo te haces daño tú. Hay que salir a buscar las soluciones a los problemas, y se presentan problemas en una grabación, aunque yo he trabajado “Con 2 que se quieran” con un equipo, realmente es un privilegio para mí trabajar con el equipo que he trabajado, de profesionales extraordinarios, miembros del cine, todos son trabajadores del cine, no de la televisión.

De cierto modo, ¿has sentido en tu trabajo la presencia de ellos, de tus padres acompañándote en la labor?

¡Siempre! Bueno, todo el mundo aquí en Cuba sabe que yo soy católico practicante, todo el mundo sabe eso, por tanto no es un secreto y yo siento siempre la presencia de ellos, claro, la he sentido muchísimo, tengo muchas anécdotas, pero sería muy largo contarte…

Casi entonces haríamos un “Con 2 que se quieran” y me dejas a mí preguntarte de todo eso.

¡Claro! Ahí en el Estudio hay gente que los ve, pasan cosas realmente extraordinarias; yo creo que se hicieron sentir, y todo el tiempo que yo filmé, sentía la presencia de los dos en el Estudio. Muchas soluciones, algunas encrucijadas de edición, de coloración, de los planos y eso… salieron porque me venían por la noche durmiendo. O sea, que yo creo que ese programa se hizo por ellos, se hizo para ellos, en primera instancia, y se hizo a través de ellos.

Amaury, ¿en qué momento consideras que está la música cubana, hoy?

No estoy muy al tanto, la verdad, yo vivo… ¡no en una torre de cristal, por supuesto que no!, pero yo vivo un poco ajeno porque sigo escuchando como… las cosas que escuchaba, es decir, soy tan fiel en todos los sentidos, que sigo oyendo a los mismos artistas que escuchaba antes. A veces mis hijos, por ejemplo, me traen algunas cosas que ellos consideran interesantes… “papá, oye esto”, entonces lo oigo, y si les encuentro valor lo reconozco.

¿Cuántos hijos tienes?

Dos, ya grandes. Un varón que tiene 31 años y una niña de 28. Una niña, le digo yo.

Claro que una niña, para nosotros los padres siempre son como niños.

Así es. Nunca crecen, nunca crecen. En cuanto a música no estoy muy al tanto de la realidad, no tengo nada contra ningún género musical pero, por supuesto, no me interesa el reggaetón, no me interesa el hip-hop ni el rap, pero eso no quiere decir que no sean importantes, no voy a meterme en eso, simplemente no escucho esa música, no la consumo, creo que no es música cubana y que no hay ninguna forma de cubanizar una cosa que no se hizo aquí. No oigo rock en español, por ejemplo, no me gusta tampoco. Me parece que el rock es en inglés, como la gran balada romántica es francesa, en fin, como los grandes boleros son cubanos y mexicanos, no he escuchado un bolero cantado en inglés que sea mejor que un bolero cantado por un artista cubano en español. El rock en español es como cantar canciones de mariachi en japonés. No me parece que eso es orgánico.

¿Cuándo vas a atraparnos de nuevo con otra temporada “Con 2 que se quieran”?

Volvemos en el primer trimestre del año que viene.

Amaury, un millón de gracias.

A ti.   

Cuando concluí la entrevista se lo comenté a la Dra. Mirta Luisa Acevedo, profesora de la Universidad de Cienfuegos e investigadora de la obra de Martí. Ella me dijo que cuando vio a Amaury por primera vez en “Con 2 que se quieran”, vio allí al Amaury total, al que ella, en su opinión, soñó Consuelito. Si es así – como también lo creo – la Tía Tata del niño que un día fuimos, lo observa satisfecha desde la Eternidad, con maternal y complacida sonrisa.